Como la Hermandad de la Luz, estamos con ustedes para ayudarles cuando lo necesiten, a los que nos llamen. Nosotros oímos cada palabra, cada pensamiento y cada sentimiento. Nosotros no juzgamos. Más bien tratamos de estimularles y ayudarles a llegar a una aceptación de su propio poder y belleza. Nosotros no podemos hacer el viaje por ustedes; solamente a ustedes les corresponde hacer el trabajo, pero nosotros ayudaremos y asistiremos de cualquier manera aceptada por la Ley Cósmica. Nuestras bendiciones van para todos. Somos sus hermanos y hermanas que siempre estamos junto a ustedes. Ustedes son conocidos y amados como las almas fuertes y valientes, para emprender esta gran jornada desde la separación hacia la Unidad de Consciencia. Para ascender no es necesario ser perfecto. Incluso el más alto de los iniciados encara sus propias batallas y victorias internas. Namasté. Nos inclinamos ante el Dios y la Diosa dentro de cada uno de ustedes.

…

Con Acuario viene lo Mejor… (2)

Regalos de la Luz * Re-flexiones

La Precesión de los Equinoccios. La eclíptica es el recorrido de todos los planetas alrededor del sol, el cinturón de las constelaciones que tocan dentro de la esfera celestial, o la proyección de la órbita de la Tierra en el Cosmos. Por eso siempre podemos ver una de éstas constelaciones en el horizonte.

A éstas constelaciones les hemos dado el nombre de signos del Zodíaco, son las constelaciones de nuestro sistema solar, y representan todas las experiencias de la vida, ya que a lo largo del día siempre hay una constelación distinta en el horizonte ESTE (punto cardinal) al girar la Tierra sobre su eje y dar una vuelta completa en 24 horas. Cada constelación está formada por varias estrellas que dibujan un animal o un personaje, que representan cierta simbología.

La otra elipse es el ecuador celestial y donde se unen con la elíptica nos indica la Era Cósmica en que nos encontramos, verán que estamos al final de la Era de Piscis y estamos entrando en la Era de Acuario. Del mismo modo que los planetas y la Tierra giran alrededor del Sol hacia la izquierda, contrario a las agujas del reloj, las constelaciones giran con respecto al ecuador celestial moviéndose al revés, hacia la derecha. Por eso mismo de la Era de Aries entramos en la Era de Piscis, el tiempo de Jesús. Téngase en cuenta que el símbolo de Jesús también era un pez, y un cordero, porque después de la Era Ariana (cordero), de conquistadores y guerreros, nos introducía en esa misma energía sublimemente apaciguada; el cordero inmolado. Piscis (los peces) representa el subconsciente colectivo, la experiencia más impersonal y espiritual, cuando estamos dormidos y el fondo del mar.

Piscis son dos peces que van en direcciones opuestas; uno está encima del otro y aunque están atados no se conocen; representa lo desconocido o una mutabilidad donde nunca se conoce todo. Por ello en ésta Era de Jesús hemos llegado a la máxima espiritualidad, pero desconociendo una parte de la realidad, simplemente sostenidos por la fe. Es como si un pez saliera a flote, al mundo material, para que pudiera desarrollarse ininterrumpido por el otro que parece incoherente o podría deshacer todo aquello que tardamos tanto en construir; la vida y la muerte. El mundo material tenía que evolucionar para llegar a las ciencias exactas, y el mundo espiritual se mantenía oculto, pero fortalecía nuestra fe. Por eso, todo aquello perteneciente al otro pez que no podemos explicar lo llamamos magia, milagro, metafísica o intuición, pero en realidad antes que Jesús poseíamos mucha más sabiduría sobre éste lado de la vida.

Ahora lo hemos olvidado prácticamente para que el mundo material evolucionara. Por eso también tenemos el símbolo de que Dios se hizo hombre; esa entidad energética que es el Todo y está dentro de cada uno de nosotros se materializó en un hombre, que nos dijo que sólo tenemos que reconocer lo que está dentro de nosotros mismos y estamos dentro de ello, que somos hijos de Dios, porque todos estamos haciendo que esa energía, esa explosión cósmica continúe existiendo: la Creación.

La Era de Acuario será la Era de lo Humano, del conocimiento sin límite, de la total libertad, de los viajes espaciales y la Era de la culminación científica. En ella podremos comprobar científicamente qué es el alma y qué es Dios. La Era de Piscis estaba regida por Neptuno, el planeta de la imaginación, del inconsciente, de la no-forma, por lo que puede ser confuso o nebuloso o producir escapismo. En cambio la Era de Acuario está regida por Urano, la intuición clara, la mente universal, los cambios inesperados y la libertad con responsabilidad.

Se descubrió éste planeta al comienzo de la revolución industrial y la espiritualidad decreció frente al ego y la ciencia, que estaba surgiendo con toda su fuerza. Neptuno nos avisa que estábamos a oscuras y por lo tanto la religión era todavía importante en nuestra vida. Pero Urano nos Despierta. Urano y Acuario representan el futuro, como también el darse cuenta de las cosas que hemos pasado por alto, como por ejemplo la Síntesis. Lo interesante es que Acuario es el signo opuesto a Leo, ya que fue en la Era de Leo en la que el hombre empezó sus primeros pasos de civilización, fue cuando el hombre surgió por encima del reino animal. La Era de Cáncer es la del cultivo de la tierra, familias, tribus, etc… y todas las necesidades primarias y emocionales para la raza humana. La Era de Géminis, la de la palabra escrita, el intercambio de ideas, el comienzo del estudio y la concreción de nuestro entendimiento. La Era de Tauro, la de los egipcios, la valoración y suntuosidad de la belleza, la armonía en la estructura; la arquitectura, la máxima valoración del ser humano con respecto a su Dios. La Era de Aries, la semilla filosófica, el razonamiento y la objetivación de los deseos, los pioneros y los conquistadores, que querían implantar sus ideologías en otros mundos. Fue la edad de los griegos y los romanos, y a partir de la caída del Imperio Romano, entramos en la Era de Piscis la de la sutileza del entendimiento, la separación del mundo objetivo y subjetivo.

Por lo tanto, la esfera celestial ha dado media vuelta con respecto a la elíptica desde que comenzamos la civilización que conocemos y lógicamente estamos ahora en el punto que Jesús profetizó “el final de una forma de existencia” en la Tierra. Sabemos que los años próximos van a ser trascendentes (2020-2030), aunque desafiantes. La Tierra está cambiando, los propios científicos están sorprendidos, no tienen constancia de la posición de los planetas del sistema solar, los ritmos de manchas solares, el abrir y cerrar de la capa de ozono, la banda de luz fotónica, el código genético, etc., que se está dando, y por su campo de influencia van a provocar que toda la energía contenida en la Tierra empiece a moverse. De hecho, será una selección natural de almas que no quieran reencarnar por no haber evolucionado lo suficiente para entender éste cambio o creer que ya no pueden evolucionar más (Ascender). Sin embargo, no son las catástrofes naturales las que tememos, sino la ciencia que estamos utilizando sin saber lo suficiente. Casi todas las centrales nucleares están situadas en fallas de la Tierra, en lugares abandonados por el hombre, y si ya es difícil evitar accidentes, cuánto más lo será dominar los escapes masivos de radiactividad (un ejemplo de los últimos fue Fukushima).

En su sendero evolutivo fue necesario que el alma despertara completamente a la gran importancia de esta existencia concreta, de manera que pudiera aprender todo lo que ella podía enseñarle. Mientras sintió que era un habitante de los mundos superiores y sabía con certeza que la vida física no era sino una parte de la existencia real, no la tomaba en serio. No se aplicaba a desarrollar y aprovechar las oportunidades de crecimiento que se encuentran únicamente en la presente fase de la existencia. Pasaba tiempo sin desarrollar los recursos del mundo. Y el único medio de conseguir que apreciara debidamente la existencia física concreta era privarlo de la memoria de su existencia espiritual superior (como “el beso del ángel” antes de encarnar), durante unas cuantas encarnaciones. Y en esta forma, durante su vida terrestre, no tuvo ningún conocimiento positivo de ninguna otra vida excepto la física, y de esta manera se vio impelido a vivirla lo mejor posible y a aprovecharse de ella.

Ahora un Nuevo Significado está naciendo. Este significado tiene su raíz en la Era de Acuario. El símbolo de Acuario es un Ser Humano con un Cántaro de Agua que viene a saciar la sed de Amor-Sabiduría de la Humanidad. La tarea principal del ser humano en la vida es darse a la Luz, a sí mismo, convertirse en lo que potencialmente es y seguir su meta esencial. Estamos asistiendo a un giro radical de la situación. Por primera vez se “reúnen”, se “re-ligan” lo superior e inferior, todo lo que fue separado en el principio de los tiempos, para crear una nueva luz que liberará la conciencia.

Si te gusta la Publicación, dale clic al café: ¡INVÍTANOS A UN CAFÉ! (pesos ARG)

“Todo en nuestra historia nos ha preparado para una síntesis sin precedentes, para que una civilización mecanizada se transforme en una cultura genuinamente espiritual” (José Argüelles).

Todos somos la expresión de un problema y la posible solución de ese problema. Desde cierto punto de vista, este problema es la vida misma. Hemos estado tan ocupados transformando nuestro entorno, que realmente se nos ha olvidado transformarnos a nosotros mismos. Si uno cambia los valores sobre los que basa sus acciones, sentimientos y pensamientos, entonces también cambiará el significado de sus experiencias. El ser humano es un ser cuyo principal interés es tratar de cumplir su significado, su finalidad en la vida y efectivizar valores superiores.

…

El siguiente nivel del juego

«Pronto les traeremos el siguiente nivel del juego, esa siguiente parte que todos pueden crear juntos. Queridos, sepan que cuando se toman de la mano crean exponencialmente. Sucede a un ritmo increíble y todo lo que se necesita es una conexión que ya tienen. Para fortalecer esa conexión, simplemente necesitan reconocerla y hacerla crecer, y saber que nunca están solos en este planeta. Nunca. Y, sinceramente, deseamos que dejen de esforzarse por estar solos. Estamos aquí a su alrededor todo el tiempo. Los abrazamos cuando no pueden sostenerse. Los ayudamos a recordar cuando no pueden hacerlo. Y, sin embargo, en realidad no los dirigimos, porque ese es su trabajo. El nuestro es simplemente estar aquí para ayudarlos a recordar quiénes son realmente y por qué vinieron a la Tierra. Estos son tiempos maravillosos, queridos, y ustedes son seres grandiosos. Nos hallamos ante ustedes sintiéndonos muy honrados, porque su lugar ha sido reservado. Bienvenidos al Hogar. Sepan que nunca están muy lejos de nosotros. Estamos justo sobre sus hombros. Nos sentimos muy honrados al pedirles que se traten con respeto, se cuiden mutuamente en cada oportunidad y jueguen bien juntos al pasar a este siguiente nivel del juego. Soy el Observador. Y me gusta observar. Espavo» (Canalización, Steve Rother).

…

…