Como la Hermandad de la Luz, estamos con ustedes para ayudarles cuando lo necesiten, a los que nos llamen. Nosotros oímos cada palabra, cada pensamiento y cada sentimiento. Nosotros no juzgamos. Más bien tratamos de estimularles y ayudarles a llegar a una aceptación de su propio poder y belleza. Nosotros no podemos hacer el viaje por ustedes; solamente a ustedes les corresponde hacer el trabajo, pero nosotros ayudaremos y asistiremos de cualquier manera aceptada por la Ley Cósmica. Nuestras bendiciones van para todos. Somos sus hermanos y hermanas que siempre estamos junto a ustedes. Ustedes son conocidos y amados como las almas fuertes y valientes, para emprender esta gran jornada desde la separación hacia la Unidad de Consciencia. Para ascender no es necesario ser perfecto. Incluso el más alto de los iniciados encara sus propias batallas y victorias internas. Namasté. Nos inclinamos ante el Dios y la Diosa dentro de cada uno de ustedes.
…
Una habilidad, una inquietud
Regalos de la Luz * Re-flexiones
Queridos, si la conciencia crea, entonces el universo mismo es el resultado de esta conciencia. Lo cual nos lleva a la pregunta reflexiva (y tal vez inquietante): ¿Cuál conciencia? En un universo que es interactivo, el acto de enfocar tu conciencia, de mirar a algún lugar y examinar el mundo, es un acto de creación en sí mismo, ya lo decía poéticamente Jorge Luis Borges (además de plantear la palabra como fuerza generadora de la realidad). Nosotros somos quienes observamos y estudiamos nuestro mundo.
Como bien dice Max Karl Ernst Ludwig Planck: “Dondequiera que miremos, nuestra conciencia hace que haya algo que podamos ver”. Entonces, volviendo al principio, si la conciencia crea, ¿qué tanto poder tienes para cambiar tu mundo y Gaia? Tienes la habilidad de convertir tus sueños en realidad y darle vida a tu imaginación creadora. Pero la pregunta es, ¿los sueños de quién?, ¿del alma o de la personalidad?
Recuerda, por principio, es imposible que algo ocurra fuera del contenedor de la conciencia. Todo lo que experimentamos, literalmente todo lo que nos pasa o todo lo que hacemos, como individuo y como humanidad, es producto de nuestra conciencia y de nada más. Lo único que se interpone (por decirlo así) entre nosotros y los milagros de la vida es el Ego. Juntos creamos la salud o la enfermedad; juntos creamos la paz o la guerra; juntos creamos nuestro bienestar o supervivencia. Entonces, ¿cómo usarás tu poder interior? Y, ¿dónde elegirás llevar tu atención?
Bendiciones!
…
…
Donaciones Amorosas
Si te gusta la Publicación, dale clic al café: ¡INVÍTANOS A UN CAFÉ! (pesos ARG)
Deja una respuesta