Como la Hermandad de la Luz, estamos con ustedes para ayudarles cuando lo necesiten, a los que nos llamen. Nosotros oímos cada palabra, cada pensamiento y cada sentimiento. Nosotros no juzgamos. Más bien tratamos de estimularles y ayudarles a llegar a una aceptación de su propio poder y belleza. Nosotros no podemos hacer el viaje por ustedes; solamente a ustedes les corresponde hacer el trabajo, pero nosotros ayudaremos y asistiremos de cualquier manera aceptada por la Ley Cósmica. Nuestras bendiciones van para todos. Somos sus hermanos y hermanas que siempre estamos junto a ustedes. Ustedes son conocidos y amados como las almas fuertes y valientes, para emprender esta gran jornada desde la separación hacia la Unidad de Consciencia. Para ascender no es necesario ser perfecto. Incluso el más alto de los iniciados encara sus propias batallas y victorias internas. Namasté. Nos inclinamos ante el Dios y la Diosa dentro de cada uno de ustedes.

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Con Acuario viene lo Mejor… (11)

Regalos de la Luz * Re-flexiones

¿Qué significa un Milagro?

Un milagro es un hecho metafísico. Significa que algo de lo desconocido penetró en lo conocido. Este evento se produce gracias a la Ley de Sincronicidad. Veamos el siguiente ejemplo:

El humano tiene una vida programada-mecánica. Se levanta a la mañana, se lava los dientes, desayuna, toma el tren para dirigirse al trabajo. Al medio día tiene un intervalo para almorzar, donde se dirige al bar de siempre. Al terminar vuelve a su trabajo y sigue con sus actividades. Al finalizar su día de trabajo vuelve a su casa, al llegar mira un poco de televisión, cena y se va a dormir. Repitiendo, generalmente, este esquema durante 30, 40, 50 ó 60 años. Nada cambia.

Sin embargo, un día ocurre algo que no estaba en el programa. Cuando llega el momento del intervalo para almorzar, se dirige al bar de siempre y se encuentra con un amigo de la infancia. Esto es un hecho significativo, una “coincidencia significativa”. Ese día no era igual a los otros. Ese momento es único. Sólo ese día, a esa hora y en ese lugar ocurrió una sincronicidad. Esto es un milagro.

Si la persona hubiese estado enfrascada en su trabajo o en su comida no se hubiese “dado cuenta” del milagro. El milagro te renueva. Es algo que te sucede. Si estás atento los milagros ocurrirán con más frecuencia en tu vida, gracias a ti y a la ley de sincronicidad que permite que una ley superior descienda en un plano inferior.

No puedes pasarte toda la vida planeando lo que te hará feliz el día de mañana. Debes vivir el presente, el ahora. Hay que despertarse antes para comprender que, lo que te hace sufrir no es la vida, sino tu “percepción” de la vida, tus alucinaciones. Y cuando consigues despertar y apartas los sueños, te encuentras cara a cara con tu libertad y con la verdad. Son las resistencias que pone tu “programación” lo que te impide ser feliz. De no tropezar con tu resistencia, ¿dónde estaría el dolor? Habría una armonía en ti, igual a la que existe en la naturaleza. Date cuenta de que el sufrimiento o las molestias se deben a tu reacción ante un hecho o una situación concreta y no a la realidad de lo que está ocurriendo.

Si vas a ir al campo a ver la salida del sol y llueve, el enfado no está en la lluvia -la realidad- sino en tu reacción -percepción- porque se han contrariado tus planes. Para despertarse, el único camino es la observación. El irse observando uno a sí mismo: reacciones, hábitos y la razón de por qué se responde así. Observarse sin críticas, sin justificaciones, ni argumentaciones, sin sentido de culpabilidad ni miedo a descubrir la verdad. Mientras haya temor no será posible que sepamos lo que significa el gozo, la dicha, la plenitud. El indagar e investigar quién fue Jesús o Buda o los Andromedanos ¿te puede servir para algo si no te conoces a ti mismo? ¿Te sirve si estás condicionado sin saberlo? La pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro, es: ¿Quién soy yo? Porque, sin conocerte, no puedes conocer ni a Dios. Conocerte a ti mismo es fundamental, vital.

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Sin embargo, lo curioso del caso es que no hay respuesta para la pregunta ¿quién soy yo?, porque pertenece a lo “desconocido”, lo que tienes que averiguar es lo que no eres -lo conocido-, para llegar al ser que ya eres. No puedo saber “¿Quién soy?”, pero sí puedo saber “¿Quién no-soy?”. Así, sabiendo quien no-soy llego a Ser.

Hay un proverbio que dice: “Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es el ver. Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor”. Hay que quitar las vendas para ver. Si no ves, no puedes descubrir los impedimentos que no te están dejando ver.

El observarte a ti mismo, es estar atento a todo lo que acontece dentro y alrededor de ti, como si esto le ocurriese a otra persona, sin personalizarlo, sin juicio ni justificaciones, ni esfuerzos por cambiar lo que está sucediendo, ni formular ninguna crítica ni auto-compadecerse. Los esfuerzos que hagas por cambiar son peores, pues luchas contra tus ideas, y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que ellas se caigan por sí solas una vez que comprendas su falta de realidad (que sólo es tu metaverso). Hay que cuestionar todo esto para ver si se comprende como una verdad y entonces te pondrás a observarte.

El hacer esfuerzo por cambiar (utilizar la voluntad) es contraproducente, pues lo que te va a cambiar es la verdad (no la voluntad): observar la verdad y comprender que tu programación (condicionamiento) no te deja ser tú mismo. El observar es lo que te va a cambiar. Sócrates decía: “La vida no observada, no examinada, no vale la pena vivirla, porque no es vida”. Ponerse en contacto con la realidad es mirar a ésta sin querer interpretarla, ni cambiar nada, sino dejar que la realidad cambie el orden de las cosas luciendo por sí misma. Si no cambiamos espontáneamente es porque ponemos resistencia. En cuanto descubramos los motivos de la resistencia, sin reprimirla ni rechazarla, ella misma se disolverá. ¿Qué hace falta para despertar? No hacen falta esfuerzo, técnicas, rituales ni juventud, ni discurrir mucho. Sólo hace falta una cosa, la capacidad de “pensar” algo nuevo, de ver algo nuevo y descubrir lo desconocido. Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos, fuera del pasado. Ser capaz de saltar sobre los esquemas y mirar la realidad-que-no-cambia.

Una cosa es ser pensado por su ideología, cultura, tradición y otra muy diferente pensar por sí mismo. Tenemos miedo a la libertad, a la soledad, a lo global, y preferimos ser esclavos del pasado (lo conocido) que nos brinda “seguridad”. Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus esquemas? Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo, y así durante el dormir caemos en la peor esclavitud: soñar que somos libres, que estamos despiertos.

La realización es posible para todos y en todas las circunstancias de la vida. Sin embargo, para realizarse no hay que dejar el propio trabajo ni ninguna otra cosa. Lo único que hay que dejar es la dependencia del trabajo y el apego a las cosas. La dependencia del “yo”.

Por ejemplo, la meditación, tal como es practicada por muchos, puede ser considerada como un freno más que como un movimiento de progreso espiritual. La razón está en el hecho que se medita con la atención centrada en sí mismo y no sobre la Humanidad. No descubrimos que meditación es servicio activo, viviente.

Debes aprender a ser simple y natural. Pero la sociedad entera te enseña a imponerte una cosa u otra: sé bueno, sé esto o lo otro. Te impone los valores de belleza, juventud y de mostrarte. Si eres muy civilizado perderás todo lo que es simple y natural y te volverás algo mecánico, no fluido ni flexible. Sé como el agua, no como el hielo. Así que no fuerces una estructura a tu alrededor: vive momento a momento, alerta. ¿Qué es lo que quiere decir “simple y natural”?

• No luches contra ti mismo, suéltate. Permanece fluido.
• No trates de hacer una estructura de carácter y moralidad a tu alrededor.
• No te disciplines demasiado, de otra forma tu disciplina te aprisionará.
• No crees una cárcel alrededor de ti.
• Responde a las circunstancias, no te desplaces con una coraza de carácter, con una actitud fija; permanece flexible como el bambú.
• No resistas, no trates de imponer nada sobre ti, sobre tu ser.

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Recuerden, cuando una persona junta “masa crítica” en sus células (despertares) gracias a un trabajo sobre sí, se produce un Milagro: una Ley Superior desciende sobre una dimensión inferior, lo que da lugar a una TRANSMUTACIÓN y DESPERTAR. Abre la puerta a los Milagros en tu vida. La gente ve únicamente lo que entiende, no necesariamente lo que se encuentra ante sus ojos.

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