Uno debe conocer con certeza su capacidad y su límite. Nadie puede dar por sentado su capacidad. Las suposiciones son peligrosas en el sendero. Nuestra convicción de la propia capacidad o incapacidad es de gran importancia.
Uno no puede lanzarse a un trabajo que no puede hacer. Evalúa tu propia capacidad antes de asumir una responsabilidad. La capacidad de un animal domesticado es distinta de la de un animal salvaje. Un gato doméstico no puede compararse a un gato salvaje. La gente del grupo de Saccas (*) llevaba sacos de arroz sobre sus espaldas; en cambio esto no lo hacía un ateniense.
Un mosquito no puede entrar en un tornado y sobrevivir. No nos sobre-valoremos a nosotros mismos. No todos los monos pueden ser Hanuman. No todos los discípulos pueden ser Maestros ni todos los aspirantes pueden ser discípulos. Uno sería tonto si supone que es más capaz de lo que es. La resistencia de la columna debe estar en función de la carga del edificio. Las columnas débiles están destinadas a causar un gran accidente por un colapso repentino.
No todos pueden ser HPB. Muchos suponen que lo son, pero son como luciérnagas ante una lámpara de fuego. La estimación justa de la propia capacidad es, en sí misma, una sabiduría especial.
(*) Nota: ammonius Saccas (175-242 a.D.) fue un porteador y filósofo de Alejandría, Egipto.
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