No es posible lograr una mayor conciencia si desatendemos a un semejante. Uno debiera aspirar a las prácticas ocultistas únicamente para equiparse mejor y servir más y de la mejor manera posible al compañero. Si se trabaja en el campo de la curación, uno debiera explorar de cuántas formas se puede preparar para curar mejor. Hay terapias, ciencias, ciencias físicas y ciencias ocultas que se ocupan de la curación. El impulso sincero para curar permite abrir las puertas que aportan la destreza necesaria. Este impulso es la aspiración ardiente.
De forma parecida, el que se dedica a enseñar ha de tener el impulso de transmitir una enseñanza de calidad, la cual ha de practicarse y vivirse en la vida cotidiana. Esto es posible cuando el Maestro está en comunión con las almas que escuchan mientras reciben la enseñanza. El principal problema reside en dar un contenido elevado a los términos de enseñanza, curación y otras formas de servicio. Normalmente, se ignoran los pasos prácticos y sencillos. El anhelo de servir es sustituido por el deseo de auto-reconocimiento y de auto-importancia. De esta forma, uno procura barrer para su casa. Es curioso, pero es así. Y también es frecuente. “Los humanos hablan mucho, pero hacen poco”, susurran los miembros de la Jerarquía. La sabiduría que no ayuda a superar nuestros propios modelos de vida es una sabiduría que ni se asimila ni se retiene.
…
…
Donaciones Amorosas
Si te gusta la Publicación, dale clic al café: ¡INVÍTANOS A UN CAFÉ! (pesos ARG)
Deja una respuesta