Cuando formamos grupos de servicio con el propósito de ofrecernos para servir al plan de Dios en la Tierra, la intención de cada uno de sus integrantes va a determinar en gran medida el logro obtenido. Cuando la intención sale del campo gravitacional de la personalidad que busca algo para sí, se abre una posibilidad extraordinaria porque se trabaja con un mismo propósito y esta intención sostenida de un grupo puede inducir de una forma muy fluida un contacto con energías de planos superiores de conciencia que van a fortalecer el servicio.

El Maestro DK en su magistral invocación que él llamó la Invocación del Discípulo termina diciendo: “Que cumpla mi parte en el trabajo Uno mediante el olvido de mí mismo, la inofensividad y la correcta palabra”. Es un método para el trabajo Uno que se inicia olvidando los deseos de la personalidad. Y viene a mi mente otro gran Maestro, el Señor Koot Hoomi que como San Francisco de Asís dijo: “porque dando es como se recibe”. Son claves maestras para formar los verdaderos grupos acuarianos.

Para que la intención llegue a su meta debe tener la dirección correcta. Y la dirección correcta en el sendero espiritual siempre es centrífuga y nunca centrípeta. Desde ti hacia los demás. Es la dirección que el sol nos muestra cada día al darnos luz, calor, vida sin nunca agotarse. Si tu intención al meditar es conocer a fondo tu instrumento y de esta manera hacerlo más apto para el servicio has encontrado la correcta dirección.

Si te amas y te respetas tienes la capacidad de amar y respetar a otros, pero si te amas y te respetas esos mismos atributos se convierten en una cárcel con barrotes de egoísmo si no amas a los demás y no respetas sus vidas. Ten la seguridad que si en verdad amas a otros es porque te amas. Recuerdas las palabras del Maestro del Amor: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Bien sabía que si llegabas a amar a tu prójimo es porque ya te estabas amando. No hay otra forma.

Recuerdo cuando en el año 2016 fui con un grupo de Merrylife (Barcelona) a Glastonbury, ciudad que en cada rincón evoca al Rey Arturo y al Mago Merlín. Cerca hay una colina considerada la puerta de entrada a la mítica Avalon sobre la cual se yergue la torre de Miguel Arcángel. Estando allí decidimos hacer un ritual de nacimiento a los Arquetipos de Acuario. Recuerdo cómo de mi corazón surgió un mandato profundo, y dando las instrucciones del ritual les dije: “no pidan nada, no esperen nada, ofrézcanse. Mantengamos la energía irradiante, el amor que va de nosotros al mundo, mantengamos la correcta dirección de la energía”. Y la magia sucedió.

Cuando empezamos las vueltas alrededor de la Torre, los turistas guardaron silencio y nos observaban con respeto. Una cantante de ópera japonesa que se encontraba entre los turistas empezó a cantar con voz de ángel mientras que un ave daba vueltas con nosotros. Fue perfecto. Nunca lo habíamos hecho antes, no hubo ensayos, para algunos era su primera vez en un ritual y salió perfecto.

Siempre que un grupo se reúne en pleno olvido de sí mismo y en profunda entrega invoca, desciende esa energía maestra que todo lo impregna, es la evocación que viene desde lo alto y acomoda todos los elementos de la magia que sucede de una forma natural.

Siempre que vayas a un templo, ya sea interno o externo, ofrécete. No pidas para ti, pide por la humanidad, por un amigo, un familiar, pero nunca por ti. Sé un Rey no un mendigo, dice el Maestro M. En tu corazón siempre hay algo que ofrecer. Pero si en el grupo piensas en tu bienestar le cambias la energía al ritual o meditación que puedan estar haciendo. Es una responsabilidad muy grande.

La Conciencia grupal se forma cuando el grupo se ofrece “en pleno olvido de sí mismo y por amor a los demás”. Y la conciencia grupal es la conciencia del alma, la estación intermedia entre tu realidad cósmica y tu pequeño yo.

Es lo que nos pide Acuario. Es la tarea inmediata. Reconocernos como almas con cuerpo y no cuerpos con alma. Es sentir la Presencia de Dios en tu corazón, y esa Presencia se hace presente con más facilidad en el trabajo grupal.

Te invito a participar en el servicio de Llama Violeta que celebraremos. Así juntos, en pleno olvido de nosotros mismos y por amor a los demás invocaremos la poderosa Llama Violeta para que consuma y disuelva esos pensamientos forma, estructuras y creencias que están impidiéndole a la humanidad su próximo paso evolutivo.

Seamos la voz del alma humana. Unidos siempre podemos más.

Con amor profundo,

Carmen Santiago García

…

Si te gusta la Publicación, dale clic al café: ¡INVÍTANOS A UN CAFÉ! (pesos ARG)

Compartiendo comprensiones

Hermanos, celebremos la Unidad de la Vida, dentro de la cual estamos todos entretejidos, y aportemos a esa gran red de Vida, toda la alegría, toda la paz y todo el amor que seamos capaces de atraer.

Escorpio (mes) nos lleva de la Oscuridad a la Luz, y con el, nosotros tenemos la oportunidad de tomar su ejemplo y saber que, en cada punto oscuro del camino, en cada secuencia de incertidumbre y dolor, nosotros podemos encender la Luz del Corazón, la Verdad que trae Libertad, la Belleza que disipa el caos y la Buena Voluntad superadora de todos los obstáculos e inconvenientes.

El trabajo de Hércules en Escorpio -nosotros, los servidores somos Hércules-, es la lucha contra la Hydra, a la que, al cortarle la cabeza, le salen tres cabezas y así, cada vez que le corta una cabeza, salen tres.

Hércules cae de rodillas, y ante su impotencia levanta en sus brazos a la Hydra y la expone al Sol. La Luz disuelve al monstruo y el discípulo comprende, cuando no podemos con nuestras oscuridades, con nuestra ignorancia, con nuestro egoísmo, con nuestros deseos, con nuestros rechazos y nuestros apegos a la vida y a las formas, el secreto está en caer de rodillas y decir: Padre, yo no puedo con esta miseria, con esta limitación, te la entrego y la Luz de la Presencia, los disuelve.

Que cada uno de nosotras y nosotros, en el lugar en que le toca vivir, levante la Hydra de nuestros pueblos, de nuestros gobiernos y de cada uno, y la presente a la Luz para que la Luz penetre y disuelva la oscuridad, como solo la Luz puede, sin condena, sin confrontación, sin violencia, sin guerra, porque su Bendita Presencia hace que la oscuridad se disuelva, como la Hydra sin combate, sin violencia.

Lo podemos hacer de cara al Sol, al amanecer o al mediodía en el punto más alto de iluminación, como servicio a la Vida, imitando a lo que más se parece a la divinidad en este plano, imitando al Sol.

Con amor y en profunda hermandad,

Marta Paillet

…

…