Regalos de la Luz

La mente del hombre contiene una serie de pensamientos y sentimientos, acciones y reacciones, y un cuadro establecido de lo que él es, y su relación con el Universo que lo rodea. Esto comprende la personalidad, sobre la cual el hombre está a la defensiva, para protegerla y sostenerla, y la suma total de las energías de su ser es vertida constantemente para apaciguar y cultivar los requerimientos de su ser personal. En realidad, el ser personal aparte de Dios -una entidad individual con tendencias separadas- es una mancha sobre la Luz Universal, la cual debe ser removida antes de que el día de la Felicidad y la Perfección Eternas pueda ser traído dentro de cada existencia. El proceso de regresar la conciencia perdida dentro de La Unidad con Su Fuente, es sólo el proceso de desasociar la inteligencia de la vida de los vehículos a través de los cuales ella funciona, y de los diversos pensamientos, sentimientos y hábitos de los cuales ella se ha enamorado, y de la hermosa o desfigurada forma de su creación. La conciencia debe ser desahijada del disfrute externo, de regreso a su Fuente y Paz Interna. Esto puede ser hecho, como ha dicho el Amado Saint Germain, por diversas herramientas que elevan los sentidos – perfumes, música, hermosos colores y formas de arte, etc. Ello es hecho también en una formidable escala mayor por el jalón magnético de Vida desde Seres que han permanecido o han retornado a Su Fuente y se han convertido en La Ley del Uno.

El estado de conciencia en el cual funciona un hombre es siempre el resultado de su propia selección y libre voluntad. Ustedes podrían comparar los estados de conciencia en este Universo a salones en un gran palacio, todos los cuales son accesibles al alma individual, que puede por el esfuerzo de selección voluntaria abrir cualquier puerta y entrar libremente al medio ambiente de las diversas cámaras, donde él puede disfrutar del lujo y la belleza de Las Manifestaciones Divinas o de la sórdida incomodidad de las mazmorras. No hay nada que le diga a él NO, en esta selección voluntaria. El anfitrión del Palacio, el cual es el Gran Poder Divino, da absoluta libertad para que escoja por él mismo las cualidades en las cuales el habitaría. En el Plan Universal de Evolución, la conciencia más alta y más exquisita de la Divinidad, la cual es disfrutada por los Seres Cósmicos que habitan alrededor del Foco que ustedes conocen como EL GRAN SOL CENTRAL está abierta y accesible a cada manifestación de vida que pertenece a este Universo. La conciencia de cada Maestro Ascendido es, de la misma manera, libre y abierta para todo el que escoja entrar y habitar allí. De la misma manera, la conciencia de limitación, angustia, inarmonía y depravación humana puede ser visitada por cualquier parte de la vida; y a través de la hospitalidad de pensamientos y sentimientos que correspondan a la acción vibratoria de estos estados infelices del ser, uno puede sufrir los tormentos del infierno (la conciencia oscurecida del desespero humano).

El individuo tiene una conciencia de su propiedad, la cual es una pequeña parte del Todo, y por medio de la generación de pensamientos y sentimientos, cada individuo se ata él mismo a la Más Alta Conciencia del bien, o a la más baja conciencia del mal, de acuerdo a la particular calificación de su energía. A través del poder mágico y místico dentro de su propio corazón, él se sintoniza a ese particular estado de conciencia que él está generando en ese momento, y si sus pensamientos son devocionales y aspirantes hacia El Bien, su pequeña conciencia se convierte en un halón magnético que lo eleva rápidamente dentro de la Gran Conciencia Universal a la cual aspira, y él encuentra a su propia conciencia devocional expandida por la tremenda emanación de la Conciencia Universal Crística, compuesta por su conocimiento de La verdad, como es expresada por todos Los Seres Perfectos. Si su conciencia individual está generando angustias, limitación, condenación, crítica, juicio e inarmonía, de la misma manera él es atraído dentro de la gran masa de conciencia de estas cualidades, y su pequeño mundo individual es tragado por la presión de la masa de los pensamientos y sentimientos que él alimenta. Cada hombre escoge, cada momento de su vida, la cámara (estado de conciencia) en la cual él habita. La mayoría de los hombres corren en el curso del día a través de una serie de tales cámaras, pero sabio es el que recuerda permanecer siempre en el Centro Corazón de Esas Gloriosas Cámaras Divinas, las cuales llenan el Alma y el Espíritu con Éxtasis Celestial.

El reino de la conciencia es el reino creativo de donde viene a la existencia cada manifestación buena o de otra forma. En este reino consciente de pensamiento y sentimiento el poder de la creación está constantemente haciendo formas y representaciones que se manifiestan en el mundo de la apariencia y son reflejadas sobre la pantalla de la vida de la conciencia de una u otra corriente de vida. El mundo de la apariencia física hoy, el cual es una masa conglomerada de representaciones constructivas y destructivas, es meramente la representación de los procesos de pensamiento y sentimiento de la humanidad en masa, y la gran necesidad y requerimiento es cambiar la conciencia interna de la gente.

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