Las cosas están sucediendo a un ritmo acelerado y continuarán sucediendo de ese mismo modo. A aquellos de ustedes que se encuentran ahora en esta sala y que desean saber qué es verdaderamente el 12:12, les decimos: este es su día de la independencia. Pues es el momento en el que se marcharán las últimas de las entidades equilibradoras que han estado aquí, desde que se creó el sistema de rejilla de la Tierra. Y, queridos míos, hubo 144.000 de las más poderosas entidades que se marchan ahora y que les dicen adiós. Se marchan con gran honor y celebración, y también con cierta tristeza, pues han interactuado con ustedes y saben quiénes son. Pero, al marcharse, eligen que ustedes continúen. Ahora dejan el desafío sobre su tejado, pues habrá 144.000 de ustedes que tomarán su energía. En este día y en todo el planeta, ese es el número de humanos que elegirán el camino de la ascensión. Pues la postura de la ascensión es la energía necesaria para mantener controlado el equilibrio, y tenerlo allí donde pertenece en todo el planeta. Eso permite que continúe la capacitación. Así pues, el 12:12 es la culminación del traspaso de la antorcha. La Nueva Era ha llegado verdaderamente; es una Era de iluminación y capacitación para todos y cada uno de los humanos que se encuentran sentados en esta sala y que leen estas palabras.
Queridos míos, ahora tenemos una parábola para ustedes. Es el momento del que más disfruta mi socio, pues de ese modo ve y percibe lo que está teniendo lugar. Pero antes de hacerlo así, tomémonos un momento para decirles a quienes están ahora en esta sala, que han acudido con la expectativa de encontrarse con algo especial, que pueden tenerlo ahora si así lo eligen, pues se encuentran en medio del Espíritu que les habla. Pues el Espíritu nunca cambia y la verdad permanece clara. Y les ofrecemos con toda delicadeza aquello que han venido a recibir. Muchos de los que han acudido con esas expectativas, saben de qué estamos hablando. Así pues, aquellos de ustedes que tienen el don de la visión pueden mirar hacia adelante y ver las auras de aquellos que se sientan delante de ustedes… y también de mi socio; de ese modo, hay verificación de lo que decimos. Las palabras «Yo Soy» serán significativas para ustedes, pues representan la esencia del Espíritu que ustedes y yo compartimos. Y es el amor que se derrama del Espíritu, y del mismo lugar de donde proceden estas palabras, y del gran sol central, el que se derrama ahora sobre ustedes con honor, por haber hecho estas cosas como humanos. Y para todos aquellos que lo deseen, derramaremos sobre ellos tanto de este poder como deseen recibir esta misma noche.
…
La Historia de David, El Indio
Había en una isla un indio llamado David. Y para aquellos de ustedes que quieran saber más acerca de por qué un indio se llamó David, tendrán que analizarlo más tarde (risa cósmica). La isla en la que vivía David era buena y en ella reinaba la abundancia. Y David era del linaje de la realeza de la isla, pues su abuelo era el jefe. David llevaba una vida exquisita en la isla; había en ella abundancia de alimentos y eran muchas las cosas que crecían y que se podían comer. El pueblo y la tribu de David vivieron bien durante muchos años.
Ahora bien, la isla se hallaba rodeada por un extraño atributo, pues existía un gran banco de niebla muy espeso que la rodeaba a cinco kilómetros de la costa. Esta niebla rodeaba la isla por completo y puesto que la niebla nunca se acercaba a la costa, el tiempo en la isla era generalmente soleado y claro. La niebla se mantenía a cinco kilómetros de la costa, como una señal ominosa, y nadie había podido ver nunca más allá de ella.
David creció con esta niebla, y quienes vivían en el pueblo la habían experimentado generación tras generación. No la comprendían, pero la temían puesto que, de vez en cuando, había algún habitante del pueblo que emprendía el viaje hacia el banco de niebla y nunca regresaba. Cuando aún era un muchacho, David recordaba a uno de los ancianos de la tribu que se hallaba cercano a la muerte, que decidió meterse en su canoa y dirigirse hacia la niebla. Se contaban muchas historias acerca de lo que ocurriría si se dirigía uno hacia la niebla, y la mayoría de ellas se contaban por la noche, a la luz de la hoguera.
A los habitantes del pueblo se les enseñó que si alguien decidía dirigirse hacia la niebla, el resto debían meterse en sus casas y en sus pueblos y no mirar, pues esta niebla producía un gran temor. Pero David, al ser de la realeza, pudo observar estos pocos acontecimientos con los ancianos, cuando él todavía era un niño, y más tarde un muchacho adolescente. Pero el único acontecimiento que recordaba verdaderamente era el del anciano que se dirigió hacia el banco de niebla. Lo vio tomar su remo y deslizar su canoa suavemente hacia la niebla y, tal como esperaba, el anciano no regresó nunca. Tal como le habían dicho los ancianos: «Nadie que se aventura por el banco de niebla regresa nunca». Y la realeza permaneció durante muchas horas observando la niebla después de que el anciano desapareciera en ella, a la espera de que sucediera algo que se había pronosticado que sucedería. Pues a menudo, al cabo de un tiempo, escuchaban un gigantesco ruido apagado, un ruido terrible que instalaba el temor en sus corazones, como un rugido apagado que no podían comprender. David lo recordaría durante el resto de su vida. ¿Quién sabe lo que habría podido ser? ¿Quizá un monstruo que se encontraba al otro lado del banco de niebla? ¿Quizá el sonido de un torbellino o de una cascada gigantesca que se cobraba las vidas de aquellos que se aventuraban a cruzarlo?
Puede parecer extraño que David, al cumplir los treinta y cuatro años de edad, tomara la decisión que tomó, pero él se sintió atraído hacia la niebla. Tuvo la sensación de que había en su vida algo más que le estaba faltando. Quizá se tratara de una verdad que había permanecido dormida durante años y para la que la niebla era de algún modo la respuesta. Es cierto que nadie había regresado, pero eso no significaba que hubieran muerto, pensó David. Así pues, David emprendió el viaje sin decirles nada ni a los ancianos ni a los habitantes del pueblo, lleno de valor por ver lo que hubiera al otro lado del banco de niebla. Subió a su canoa lentamente y ofreció ceremonia por lo que se disponía a hacer. Dio gracias a Dios por su vida y por la revelación de lo que pudiera surgir. Sabía que, al margen de lo que le aconteciera a él, tendría al menos conocimiento, y eso era lo que le impulsaba a hacerlo.
Así pues, David remó silenciosa y suavemente hacia el banco de niebla. Nadie le observó, pues no anunció a nadie lo que se disponía a hacer. Pronto se encontró aproximándose al banco de niebla, que se acercaba cada vez más. Entonces, David se dio cuenta de una cosa extraña: hasta entonces nadie se había acercado a propósito a la niebla para observarla de cerca, pero parecía atraerlo hacia ella. Empezó a sentirse atenazado por el elemento de temor que le produjo este sorprendente descubrimiento. Ahora, David ya no necesitaba de su remo, así que lo dejó dentro de la canoa. La canoa desapareció en la niebla, con él en ella. Todo estuvo quieto y tranquilo mientras David se encontró en el banco de niebla y la corriente seguía impulsándole hacia adelante. Todo se hizo más y más oscuro y entonces David empezó a reconsiderar lo que había hecho. «Soy un hombre joven, y les he fallado a mis ancianos, pues me encontraba en el linaje y he decidido hacer algo estúpido». David sentía ahora miedo, y el temor descendió sobre él como un manto de la muerte, y la negrura empezó a penetrar en su cerebro, y se estremeció de frío y de emoción, mientras la canoa se deslizaba silenciosamente hacia adelante.
David permaneció en el banco de niebla durante horas y tuvo la sensación de que aquello no terminaría nunca. Se acobardó en su canoa, consciente de que había cometido un error. «¿Y si nada cambia nunca?», pensó. «¿Y si tengo que permanecer aquí durante toda la eternidad y muero de hambre en esta canoa?». De repente, David tuvo una visión de temor en la que todos aquellos que le habían precedido se encontraban ahora flotando eternamente en sus canoas, como esqueletos, en medio de la oscura niebla. ¿Vería al anciano que se marchó hacía años? ¿Cambiaría algo alguna vez? «Oh, ¿dónde está la verdad que buscaba?», le preguntó David en voz alta a la niebla.
Y entonces ocurrió. David salió por el otro lado del banco de niebla. Se quedó asombrado ante lo que allí vio pues, delante de él se extendía pues todo un continente, con claridad, lleno de muchos aldeanos y pueblos hasta donde alcanzaba a ver. Vio el humo que se elevaba de sus hogueras y los escuchó tocar música en las playas. Había vigías apostados a lo largo del banco de niebla, que lo divisaron inmediatamente. Al verlo acercarse, hicieron sonar sus cuernos con celebración para hacer saber a quienes estaban en la costa, que otro más de ellos había cruzado la niebla. Entonces, David escuchó un rugido gigantesco que llegó hasta él, procedente de la tierra. ¡Un rugido de celebración! ¡Un rugido de honor! Ellos lo rodearon con sus canoas y le arrojaron flores. Al llegar a la playa, se le acercaron, lo tomaron y lo llevaron en hombros, y celebraron su cruce de la niebla. Ese mismo día, David inició una nueva vida enriquecida.
…
Ahora, podrían decir ustedes: «Sé de qué trata esta parábola. Trata sobre la muerte, ¿verdad?». A lo que nosotros contestamos: «No, no trata de eso». Esta parábola se les ofrece esta noche verbalmente y, tal como la leen, trata sobre la llegada a la nueva energía y sobre la ascensión. Trata acerca de lo que se encuentra delante de ustedes si sólo desean seguir el camino. Pues cada uno de ustedes tiene ante sí un banco de niebla, que es su propio temor, y cada temor es un desafío diferente y una lección diferente para cada persona.
Escuchen atentamente, pues ahora nos acercamos al verdadero origen del tema. ¿Qué es aquello que les produce más temor? Para muchos de ustedes, el mayor temor es, sin saberlo, el de alcanzar éxito, el temor a encontrarse en el camino que se han comprometido a seguir en su contrato; el temor de la abundancia. Quizá sea incluso el temor a la iluminación. Les animamos a afrontar ese temor permaneciendo erguidos. Lo que les produzca la mayor ansiedad, sea lo que fuere, deben saber que es el karma en su vida, que deben afrontar cara a cara, primero con desafío, sabiendo que eso no es más que una fachada. Es como el banco de niebla de la parábola, al otro lado del cual hay celebración. Pero no se puede llegar hasta ahí sin temor. ¿Cuáles son los otros temores que pueden presentarse esta noche ante ustedes? Quizá se trate del temor a las relaciones, el estar en ellas, el abandonarlas. Cada uno de ustedes es diferente.
Pero también hay otro temor que es fundamental en algunas de las mentes de los que se encuentran aquí esta noche. Queridos míos, sabemos quiénes son. Conocemos sus pensamientos más íntimos. Mientras están sentados en su silla, escuchando o leyendo, ¿creen que son alguna especie de masa de humanidad sin rostro? ¡Difícilmente podría ser así! Conocemos su nombre, puesto que lo llevamos en nuestros corazones. Algunos de ustedes han experimentado acontecimientos en sus vidas que son tragedias inimaginables.
Si te gusta la Publicación, dale clic al café: ¡INVÍTANOS A UN CAFÉ! (pesos ARG)
El temor que experimentan muchos de ustedes no es más que un recuerdo, pues ahí hay negrura hacia la que no desean dirigirse. Los acontecimientos o tragedias que pudieran haber parecido inapropiados y que le han roto el corazón en otros tiempos, no deben ser vueltos a experimentar permanentemente, se dicen a sí mismos. Ese es su temor, y les atenaza el corazón el pensar que vayan a tener que experimentarlo otra vez. Permítanme decirles de qué tienen miedo en realidad. En el nivel celular tienen miedo del hecho de que se darán cuenta de que son responsables, y de que ustedes mismos ayudaron a planificarlo. Y de que eso formó parte de su contrato. Y de que fue programado, y de que su espíritu lo sabía mucho antes de que ocurriera. Ese es su verdadero temor. Que se les revele una cosa negra que ustedes mismos ayudaron a planificar les parecería inimaginable. Y, sin embargo, esa es la visión general de las cosas y eso es lo que le situará frente a frente con una experiencia de aprendizaje que le proporcionará paz allí donde antes creía que no la encontraría nunca.
Y así sucede con muchos de ustedes, que llevan consigo el karma esta misma noche. ¿Por qué les ofrece Kryon una parábola como esta? Lo hace para ejemplificar lo que es la responsabilidad. Han llegado aquí por designio, con un plan que ustedes mismos conocen, pero que se les oculta. Está revelado en el 12:12. Ahora es el momento de la capacitación, de la responsabilidad para toda la energía del planeta, y es el momento para que reconozcan su camino. Es el momento de mirar a los ojos de sus adversarios y decir: «¡Te conozco! Sé quién eres, y decido desengancharme de tu karma». Ahí es donde se tienen que pasar las pruebas y donde se elevan verdaderamente las vibraciones para el planeta. Pues no hay lugar más dulce sobre este planeta que el hecho de reconocer quién se es. Pues todas las cosas que le han producido dolor desaparecerán ahora y se desvanecerán. ¿Desea que se produzcan milagros con su salud? Eso es muy sencillo, pues sus cuerpos fueron diseñados para durar eternamente. Recuérdenlo.
Y así, es con estos pensamientos como el Espíritu les da la bienvenida a la Nueva Era. Esto es el nuevo Jerusalén, y ustedes se encuentran sentados en medio de su energía. Y les decimos a todos y cada uno de ustedes que este es el momento en el que pueden permanecer al sol y levantar los brazos hacia lo alto y gritarles a los cielos: «¡Yo Soy!», y decirlo en serio. Son magníficos. Nos sentamos a sus pies esta noche, en celebración de esta Nueva Era, de esta capacitación. Algunos de ustedes dejarán este lugar alterados, pues habrá ansiedad en sus corazones. Saben que han escuchado la verdad, y su cerebro deseará negarla. No tengan miedo de esto. Es simplemente el Espíritu que les habla con amor. Esta noche, algunos de ustedes habrán quedado curados y lo sabrán. Es una certidumbre, pues cada vez que un grupo se sienta ante el Espíritu, eso es lo que se produce. Procuren alcanzarlo y sepan que es suyo.
Algunos de ustedes habrán sido simplemente amados durante este tiempo. Y les pedimos que aspiren también a eso. Pues eso, queridos míos, es la esencia de nuestra relación con ustedes. Y que así sea.
Kryon
…
Querido Lee:
El servicio que está proporcionando al transmitir los escritos de Kryon a otros contribuirá mucho a elevar la vibración del planeta. Al leer los libros, cosa que hago a últimas horas del día, tengo la sensación de mantener una conversación privada con el espíritu. La información es tan personal que siento incluso la presencia mientras sostengo el libro. No puedo explicarle ni a usted ni a ningún otro qué significan esos libros para mí. No los leo, sino que los experimento.
Con amor y luz.
Pat Rowe Corrington
(Awakening Publications – Autor de «Vivir de nuevo, y de nuevo, y de nuevo» Danville, California)
…
NOTA. Canalización del 12 de Diciembre de 1994. Del Mar, California – Grupo de Luz Especial de Kryon. Edición y Difusión: Juan Angel Moliterni (www.escuelaclaridad.com.ar). Se autoriza la copia y redistribución de este boletín e información personalmente y vía Internet con la condición de que el contenido permanezca intacto, de que se respeten los créditos del servicio, los autores, los editores y se mencionen la fuente y enlaces correspondientes. Ayúdanos a distribuir información de vanguardia, reenvía este LINK a todas las personas potencialmente interesadas, gracias.
…
2 Responses
Ma Patricia Rodriguez.Ramirez.
Me siento muy honrada y favorecida por ser.parte llena de bendiciones e integrante de los Amados de.Kryon. Gracias Juan Angel Bendecido.
franklin cerna
Leo los escritos de Krion que me mandan a travez del correo, pero este en particular lo eh aasimilado bien es muy entendible y el lenguaje es menos tecnico que los otros. gracias por ccompartir.