Dios derramará Su gracia y protegerá a aquéllos que tienen las seis cualidades nobles, a saber: Entusiasmo, Osadía, Coraje, Inteligencia, Energía y Valor.
“El Señor Krishna ha dicho que el Karma (acción) es la causa tanto del nacimiento como de la muerte. El hombre está limitado por la acción en su vida diaria. Desde el momento mismo del nacimiento hasta la muerte, el hombre pasa su tiempo realizando alguna actividad. El camino de la acción (Karma) es muy querido por Dios. De hecho, Él es la encarnación de la acción. Él está presente en cada actividad. El Karma (acción) es responsable del nacimiento, sustento y muerte de cada ser en este mundo. El Karma es Dios para todos y es la causa del placer y del dolor” (Verso Sánscrito).
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El tiempo es indispensable para cada Karma (acción). Sin estos dos, el hombre ni siquiera podría vivir un momento. Tal como sea el Karma, será la consecuencia. Estos dos son inseparables e interrelacionados. El tiempo actúa como un eslabón entre estos dos. Consiste en el pasado, el presente y el futuro. Las actividades múltiples tienen lugar en estos tres períodos de tiempo. ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es el espacio? He aquí dos flores.
La distancia entre estas dos flores es espacial. Eran brotes ayer, hoy han florecido y se marchitarán mañana. Un brote no puede volverse una flor al instante y la flor no se marchita inmediatamente. El cambio tiene lugar gradualmente. Aquello que causa el cambio en lo más profundo es el tiempo. Todos ustedes saben que el segundero de un reloj gira continuamente haciendo el sonido “tic-tac, tic-tac, tic-tac…”. Podrían preguntarse si toma algún descanso. En efecto, descansa. El intervalo de tiempo entre dos tic-tacs consecutivos es su período de descanso.
Este mundo es una combinación de tiempo, Karma (acción) y causa. Cada acción tiene una reacción. Cuando se cortan su dedo con un cuchillo, brota inmediatamente la sangre. Aquí la reacción es instantánea. No hay ningún intervalo de tiempo en absoluto. Por otro lado, la comida que ingerimos toma por lo menos dos horas para ser digerida. Tomen el caso de una semilla. A una semilla sembrada hoy, le toma de tres a cuatro días para brotar. Aquí el intervalo de tiempo entre la acción y la reacción es ligeramente mayor comparada a los anteriores casos.
Por otro lado, tenemos el caso de un arbolito, que tarda años en crecer y convertirse en un árbol gigantesco y dar frutos. Así, el intervalo de tiempo entre la acción y la reacción puede variar y puede depender de la naturaleza de la acción. Pero sepan con seguridad que ninguno puede escapar a las consecuencias de sus acciones.
Es imposible decir cuándo, cómo y dónde uno enfrentará las consecuencias de las acciones propias. En ese caso, ¿por qué debe uno orar, meditar, contemplar a Dios o comprometerse en buenas acciones cuando de cualquier forma enfrentará las consecuencias de sus actos?
Los beneficios derivados de la oración o de las buenas acciones no pueden verse a simple vista. Sin embargo, los beneficios se dan en forma de Gracia de Dios. Tomen el ejemplo de un frasco de píldoras. Pueden encontrar que la fecha de caducidad que aparece en el frasco es el año 1994. Pueden encontrar el frasco y el contenido intactos aún en el año 2002. Esto no significa que las píldoras serán eficaces si se usan hoy. Las píldoras pueden existir, pero no tienen el poder para aliviar, después de la fecha de caducidad. Igualmente, las consecuencias de las acciones de uno son inevitables, sean buenas o malas, pero la Gracia Divina mitigará los efectos de las acciones malas.
Los caminos de la Divinidad son misteriosos. Es difícil comprender cómo trabaja la Gracia Divina. Hay innumerables casos de Dios yendo al rescate de Sus devotos en tiempos de necesidad.
Es de hecho difícil entender cómo, cuándo y dónde Dios viene al rescate de Sus devotos. La fe absoluta en Dios es esencial para que Él se manifieste. Dios no vendrá al rescate de aquellos que no tienen fe implícita. Dios actúa después de tomar en cuenta los tres aspectos de Tiempo, Karma, y Causa.
Había una vez un Gran Maestro y sumamente exigente. Él no permitía que sus estudiantes descansaran en ningún momento. El bebé que estaba en el útero de su esposa lo criticó por ser estricto con sus estudiantes diciendo: “¿Por qué no les permites algún tiempo libre?”. A esto el Maestro contestó: “a los estudiantes nunca se les debe dar tiempo libre, ya que una mente inactiva es el taller de un diablo. Lleva a muchas perversiones”. El hijo fue responsable de su propia situación infortunada porque cuestionó la conveniencia de los actos de su padre sin saber las razones detrás de ellos. Es el noble pensamiento lo que le hace lograr su proximidad con la Divinidad.
Del ejemplo mencionado, es evidente que Tiempo, Karma y Causa se interrelacionan. Tan nobles verdades se han expuesto en las antiguas escrituras. ¡Pero ay! Los hombres de hoy no están haciendo ningún esfuerzo por entenderlos, mucho menos por practicarlos.
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