Educando Nuestro Interior 5

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El Sentido de Ser Humano

Esta vida como ser humano es en realidad difícil de alcanzar. Entre todas las formas vivientes, al visualizar aquello que denominamos humano, desean no tanto ver los medios de sustento del cuerpo como tal, sino también su manifestación en actos que hagan que la cognición florezca. No obstante, por así decirlo, el humano es un ser débil. No sólo por el hecho de que su vida ha de terminar algún día, sino porque el humano no llega a ser consciente de que en él, y únicamente en él, existe un Poder que lo diferencia de los demás reinos de la naturaleza. Se le ha otorgado el poder de la cognición y, aunque su vida haya de tener un fin tarde o temprano, debería, no obstante, velar porque esta cognición desempeñe el papel que ha de jugar.

El requisito principal en la vida de un humano, es el de “ser humano”. El humano, sea cual fuere su posición o autoridad, no debe ignorar los Valores Humanos. La ciencia y la tecnología han desvalorizado hasta tal punto la humanidad, que la actual generación de jóvenes, hombres y mujeres, es incapaz de reconocer su verdadera naturaleza divina. El egocentrismo se ha convertido en la meta de la vida de la generación actual de jóvenes. Los valores espirituales como el desinterés, la divinidad y la dignidad humana se han visto socavados por el progreso material. El torbellino del rápido progreso de la ciencia y la tecnología ha hecho que se produzcan cambios indeseables en nuestra sociedad. Se han visto desarraigados los valores éticos y morales tan esenciales para el bienestar humano. En la sociedad exhiben las cualidades de la ostentación, el egoísmo y la palabrería vacua. Las gentes hacen caso omiso de la Verdad y la Rectitud. Piensan que la mayor meta de la vida es el progreso material gracias al propio esfuerzo. Al renunciar a la Verdad, y a la Rectitud, las gentes educadas le causan daño a la sociedad en nombre de protegerla.

Una naturaleza humana representa aquello dentro de lo cual buscan fortalecer el Carácter. Es por ello que las fuerzas esenciales y vitales en el humano son: Verdad, Rectitud, Amor, Paz e Inofensividad. En estos cinco principios uno puede realizarse haciendo que florezcan con ellos la naturaleza y la realización propias y el conocimiento de uno mismo. Este rasgo es importante para el humano y la clave para él es su propia naturaleza humana; sus principios guías son su patriotismo y su santidad, para lo cual la clave la constituye el Principio de Unidad. Sólo cuando han realizado lo Divino, surge un sentido de plenitud, de liberación.

Las Cuatro Metas de la Vida

Tenemos por otra parte las cuatro Metas de la vida; en la forma de:

-Conducta Correcta

-Riqueza (Prosperidad)

-Deseo (Intención)

-Liberación

¿Por qué razón ganaron renombre y fama nuestros antecesores como defensores de la moralidad en la sociedad? Ello se debió a la práctica ejemplar que mantenían de los rituales en su vida diaria. Se atenían a las cuatro metas de la vida y compartían con los demás los beneficios que de ellas derivan.

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Las gentes de hoy centran sus anhelos en Riqueza y Deseo, olvidándose de cultivar y perseguir la Conducta Recta y la Liberación. Esto ha causado desorden y falta de seguridad, tanto en la sociedad como en la nación en general. El descuido de la Verdad y la Rectitud constituye la causa principal de la falta de paz y de seguridad que se ve hoy en muchos países.

¿Careciendo de raíces, cómo podrían llegar a pensar en las ramas? Y alguien que trate de buscar la forma de vivir sobre estas ramas de Riqueza y Deseo, tarde o temprano habrá de caer. Es así que el que tiene como soporte las ramas de Riqueza y Deseo, estaría convirtiendo su vida en un ejercicio de futilidad. En tanto que las verdaderas cuatro metas de la vida, representan a los que han reconocido estos ideales de la Conducta Correcta y la Liberación y que viven sus vidas de acuerdo a ellos.

Tendemos a regocijarnos ante el hecho de que el sol ha salido, y la razón para ello es que podemos retomar nuestras actividades diarias, porque creemos que sin cumplir con nuestro deber no hay felicidad. No obstante, todas estas actividades y acciones nuestras van en pro de la felicidad material. Así también, cuando el sol se pone, nos disponemos a procurarle descanso al cuerpo que ha pasado por variadas vicisitudes durante el día. Ante estos fenómenos de la salida y la puesta del sol, tendemos a entender que cuando sale, lo ha hecho para que el cuerpo pueda llevar a cabo las tareas que necesita y que, cuando se pone, lo hace para que podamos darle reposo al cuerpo. Pero ésta no es la razón y no es el sentido de este fenómeno. Alguien que lo haya entendido realmente no experimentará nunca ni felicidad ni alegría, porque cada amanecer y cada atardecer marcan otro día en la vida del humano y acortan el lapso de éste.

De modo que la salida y la puesta del sol, en realidad, no han ido sino allanando días de nuestra existencia. En otras palabras, día a día se van aproximando a su propio fin. Este es el significado profundo al que le damos tantas interpretaciones y que provoca alegría y felicidad. Nada en este mundo se le ha dado al humano para sí mismo.

Un individuo tiene un trabajo que realizar en la ciudad y se va a pasar diez días a ella. En la ciudad se aloja en un hotel y todos los días al terminar con sus labores, regresa a él. Sólo por el hecho de estar pasando unos días allí, éste se ha transformado en “su hogar”. De manera similar, el humano tiende a sentir que su madre, su padre, sus bienes y todo lo que le ha sido legado, son algo suyo. Pero tienen que entender que todas estas cosas están allí para que puedan descansar momentáneamente en ellas, ¡pero no son suyas! La razón es clara, todas estas cosas no han venido con ustedes. Estas cosas no vienen con el humano, porque no son de su propiedad. En estos asuntos, pueden llegar a entender realmente el significado de la existencia cuando profundizan en su sentido interno y tratan de comprender de qué se trata realmente.

Es así que, aunque el lapso de vida del humano es más bien limitado, el poder cognitivo es grandioso, de modo que, a través de este poder, traten de santificar aquello que es limitado: vale decir, nuestro tiempo de vida. Saquen el mayor provecho de él.

¡A Dios le interesa más perseguir su corazón, su dinero no le interesa para nada! Busca su Carácter, no le interesa averiguar cuál es su clase social o su religión. Puesto que han nacido en la raza humana y están dotados de una poderosa cognición y esta innata chispa de Divinidad, traten de realizarla y de llegar a entender su propia naturaleza.

No deberíamos herir los sentimientos de nadie, no deberíamos ni criticar ni ridiculizar a nadie y, hasta donde nos sea posible, deberíamos ir en ayuda de otros. Deberíamos cultivar estos sentimientos de fraternidad entre nuestros congéneres. Sólo entonces este mundo nuestro se convertirá en un verdadero cielo. Esta visión y esta actitud amplias han desaparecido. La estrechez de miras se ha ido entronizando subrepticiamente cada vez más. Cada vez más se trata de lo “mío” y lo “tuyo” y del “yo”, y todo el tiempo sólo se preocupan de sí mismos. El sentido de la vida es: Viajar desde el Estado del “Yo” al estado de “Nosotros”.

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