Los Maestros Ascendidos
poder para Servir, Amar y Sanar
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A través del tiempo, en las enseñanzas espirituales, la literatura y los mitos se ha transmitido la idea de que existe un grupo de seres sabios e iluminados que trabajan detrás de la escena guiando el destino de nuestro planeta. Este grupo ha recibido diversos nombres, entre ellos la Jerarquía Espiritual, los Maestros de Sabiduría, los Hermanos Mayores, los Rishis de la India y la Comunidad de los Santos. En tiempos de crisis en los asuntos humanos han surgido grandes maestros de la Jerarquía y se han manifestado en nuestro mundo del tiempo y el espacio. Algunos de ellos han sido Sócrates, Krishna, Mahoma, el Buda y el Cristo.
La Jerarquía Espiritual puede considerarse como un gran depósito de energía iluminada y amorosa que existe en el aspecto interno de la vida, una presencia en los niveles superiores de conciencia. Son la esencia de lo que a menudo se conoce como el Reino de Dios. Los místicos y buscadores de todos los credos siempre han sabido esto. Estas energías y estos Seres dan forma al sentido de propósito y dirección que evoluciona a través de los asuntos humanos y que nos está despertando ahora, como especie, a una nueva comprensión de la unicidad.
A medida que avanzamos a través de este difícil período de transición, nuestro futuro pende en la balanza. Depende de la humanidad aceptar la responsabilidad de efectuar los cambios necesarios para que empecemos a realizar nuestras posibilidades espirituales más elevadas. Así se despejará el camino para que estos grandes Maestros regresen a la actividad en el plano físico externo. Por lo tanto, es importante que más personas conozcan la realidad de la Jerarquía y puedan saber cómo son realmente los Maestros de Sabiduría.
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¿Quiénes son los maestros ascendidos?
Todos los hijos y las hijas de Dios tienen una chispa divina, que es el potencial que tienen de convertirse en el Cristo interior, o de realizarlo. Este concepto se encuentra en el núcleo de las religiones principales, en Oriente y en Occidente.
La culminación del sendero espiritual es la ascensión, una aceleración espiritual de conciencia que tiene lugar a la conclusión natural de la última vida en la Tierra de la persona. A través de la ascensión el alma se funde con su Señor (ya se Cristo para Occidente o Buda para Oriente, por ejemplo), y regresa al Dios Padre-Madre, libre de las rondas de karma (ley de causa y efecto) y renacimiento (ley de reencarnación del alma).
¿Cómo se convierte uno en Maestro y entra en el mundo del cielo? Un maestro es alguien que ha alcanzado la maestría sobre sí mismo utilizando la energía del libre albedrío, junto con la ley de su unidad con Dios, para demostrar maestría en el tiempo y el espacio.
Mediante la maestría sobre el flujo de energía en su propio ser así como en su entorno, alcanza cierto nivel de logro, poniendo a su alma en congruencia con su propia percepción Divina. Esta maestría lo empuja hacia la reunión con Dios llamada ascensión en la luz. De ahí el término Maestro Ascendido.
Hijos e hijas de Dios de todo el cosmos han seguido el sendero de la ascensión desde la primera creación. El sendero de la ascensión es el sendero de evolución espiritual.
Habiendo saldado su karma y logrado su misión única, los maestros ascendidos se han graduado de la Escuela de la Tierra y han ascendido hacia Dios. Son nuestros hermanos y hermanas mayores en el sendero. Muchos nos resultan familiares, habiendo caminado entre nosotros a lo largo de los tiempos, mientras que otros pueden resultar desconocidos a nuestra mente exterior. Algunos maestros son antiguos seres de luz y sus nombres hace mucho pasaron a ser secundarios a las llamas que ellos portan.
Los maestros ascendidos han demostrado la victoria sobre el pecado, la enfermedad y la muerte, así como sobre todo conflicto. Han saldado lo que en Oriente denominan karma y en Occidente, pecado. Han transmutado todas las energías que les fueron entregadas alguna vez para que las utilizaran en todas las encarnaciones, y han regresado al corazón del YO SOY EL QUE YO SOY.
La Presencia YO SOY, es nuestro origen, nuestro Verdadero Ser, por el cual nosotros también podemos alcanzar lo que se denomina Conciencia Cósmica. La energía de nuestra propia fuente Divina no es lejana. Está siempre presente dentro y por encima de nosotros sobrevolándonos como una nube de energía espiritual infinita.
Todo maestro que está en el cielo ya se ha fundido con el Espíritu de la Presencia YO SOY. Al demostrar las leyes de Dios, los maestros hacen patente que nosotros también podemos lograr la inmortalidad. Todo lo que somos no se pierde cuando llega la muerte, sino que se perpetúa mediante la acción de esa luz que alumbra a todo hombre que viene al mundo.
Todos ellos forman parte de la Gran Hermandad Blanca. Son los que están ante el trono de Dios.
NOTA. El término “blanca” no se refiere a la raza, sino al aura de luz blanca que rodea a estos inmortales. La Hermandad trabaja con buscadores y siervos públicos serios de todas las razas, religiones y procedencias con el fin de ayudar a la humanidad en su evolución.
Entre estos santos están el Buda Gautama, Maitreya, Jesucristo, San Miguel Arcángel, Zaratustra, Moisés, Melquisedec, la Virgen María, San Francisco, Saint Germain, El Morya, Teresa de Lisieux y una cantidad indefinida y sin nombre de corazones llenos de amor, siervos de la humanidad, que han ascendido al YO SOY EL QUE YO SOY y forman parte del Dios vivo para siempre.
Estos maestros son instructores de la humanidad. Enseñan el sendero de la victoria conquistadora por el cual el alma puede reunirse con el Yo Superior, caminar por la Tierra con maestría sobre sí misma, y regresar al mundo del cielo al final de una vida de servicio. Este es el sendero por el cual cada persona puede encontrar el camino de la superación.
Los maestros ascendidos enseñan con el ejemplo, no con palabras ni trivialidades. Ellos nos revelan el siguiente paso que hemos de dar para nuestra evolución espiritual. Enseñan el camino, un sendero que puede ser recorrido.
Habiendo caminado donde lo hacemos nosotros, los maestros están bien cualificados para enseñarnos. Pero aun cuando enseñan a la humanidad, eran y son estudiantes. Ellos también estudiaron en las universidades del mundo celestial como preparación para encarnar en la Tierra; incluso como seres ascendidos son estudiantes de otros maestros que están por encima de ellos en la gran cadena del ser, la jerarquía celestial. El sendero del discipulado continúa en el mundo celestial y es un modelo de la relación estudiante-instructor, maestro- discípulo en la tierra.
Los maestros ascendidos vienen a iniciarnos en los antiguos misterios para la Nueva Era de Acuario. Y vienen para exhortarnos de forma que nos elevemos hacia la gran llama Divina que hay en nosotros y venzamos los impulsos acumulados de karma que regresan en esta Era. Los maestros ascendidos presentan un sendero y una enseñanza que permiten a cada individuo de la Tierra encontrar el camino de regreso a Dios.
Por consiguiente, cuando hayamos cumplido nuestra razón de ser y saldado nuestro karma, tendremos mucho que ofrecer a la vida como resultado de todo el bien constructivo que hayamos producido en la Tierra.
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La Oportunidad Actual
El trabajo Jerárquico pretende conducir a toda la familia humana hacia adelante, por lo tanto, es una tarea pionera que va por delante del nivel de la conciencia humana.
Los cargos de los siete Señores de los rayos son designados divinamente por la jerarquía cósmica. Los que ocupan tales cargos son seleccionados entre los seres ascendidos más cualificados que se han alzado de las escuelas de la Tierra. Cada uno de ellos ha logrado la maestría sobre sí mismo y se ha ganado la ascensión sirviendo a la humanidad en uno o más de los siete rayos a lo largo de sus encarnaciones en el mundo de la forma.
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Los servicios de los siete Señores tienen un impacto sobre todos aquellos que trabajan en el mundo, sea cual sea su nivel de servicio: hombres de estado, líderes y organizadores están en el primer rayo bajo El Morya; profesores, filósofos y educadores sirven en el segundo rayo bajo Lanto; artistas, diseñadores, esteticistas y los que poseen una naturaleza creativa sirven en el tercer rayo bajo Pablo el Veneciano; arquitectos, planificadores y aquellos que se dedican a la pureza y la disciplina en cualquier empeño sirven con Serapis Bey en el cuarto rayo; doctores, científicos, sanadores, músicos, matemáticos y los que se han consagrado a la verdad sirven en el quinto rayo con Hilarión; ministros, enfermeras y todos los que se aplican a las necesidades de la humanidad ayudan a Lady Nada en el sexto rayo; diplomáticos, sacerdotes del fuego sagrado, actores, escritores y defensores de la libertad sirven con Saint Germain en el séptimo rayo.
Los arcángeles y el reino angélico, los Elohim y el reino de los elementales, la Familia Galáctica… todos forman parte de la jerarquía Espiritual. Donde cada maestro ascendido posee su propia legión de ángeles que presta servicio con él para amplificar la llama que el maestro cuida. El amor y dirección infalible de estos grandes Seres es una llamada de clarín que integra al yo inferior y al Yo Superior en unidad de propósito, plan y acción. Su amor es un bálsamo de amistad, un ungüento de curación y el aceite de inspiración celestial.
Una de las técnicas principales, empleadas por la Jerarquía, es una estimulación constantemente aplicada. El efecto que produce el Sol sobre todas las formas de vida es un símbolo de esto. Las personas, organizaciones y naciones puedan ser impresionadas y preparadas para afrontar las nuevas responsabilidades y los nuevos conocimientos, sin un sufrimiento innecesario o con esas dolorosas divisiones que acompañan a los cambios mundiales.
Cada vez que se produce un movimiento, hacia una comprensión más completa y una unidad mundiales, cada vez que lo inferior se fusiona con lo superior y la parte se une con el todo, cada vez que conceptos amplios y universales hacen su impacto sobre las mentes de las masas, sobreviene el consiguiente desajuste y ruptura de los aspectos de la forma, que podrían impedir que tales conceptos se manifestaran como hechos en el plano físico. Este es el problema que se les plantea a los trabajadores de luz: Cómo hacer frente a los efectos inmediatos y evitar el sufrimiento, mientras que las nuevas energías espirituales van llegando al mundo y realizando el trabajo necesario.
Existen períodos de mayor oportunidad, que la Jerarquía aprovecha para avanzar en el trabajo y la época actual es uno de ellos. Todo cuanto tiene vida (por tanto, la totalidad de Dios) se encuentra en el proceso de ascender cuando sigue el proceso divinamente natural de la evolución espiritual.
¡Nuestra Fraternidad te abre sus brazos!
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